Inspirados por movimientos como We Are Church, hemos llegado a la conclusión de que...
Un edificio reconocible.
Una liturgia en tres partes: Alabanza, anuncios y predicación.
División en "ministerios": escuela dominical, jóvenes, misiones, obra social, oración, etc.
Una única persona o matrimonio como líder principal.
Un grupo de alabanza.
La última tecnología y tendencias.
Amar a Dios más que a nuestras relaciones, nuestras ideas y nuestras metas y sueños (Mateo 22:36,37)
Amarnos visiblemente unos a otros (Juan 13:35)
Practicar la justicia (Miqueas 6:8)
Tener prioridades coherentes a nuestra fe (Mateo 6:33)
Hacer discípulos que hagan discípulos (Timoteo 2:2)
Una vida de oración y comunicación con Dios (Efesios 6:18)
Una comunidad unida (Juan 17:21)
Así que, ahora que entendemos la diferencia entre lo que importa y lo que no, hemos establecido a un lado las prioridades no negociables y al otro las prácticas humanas y opcionales que creemos se adaptan mejor a nuestro contexto.
(NO OPCIONALES)
Adoramos con devoción: en la oración, en la Palabra, en los dones, en la búsqueda del Espíritu de Dios.
Vivimos la fe y la misión en comunidad, no aislados.
Amamos genuinamente con hechos y no solo con palabras.
Somos discípulos que hacen discípulos.
Hacemos y buscamos activamente la justicia, especialmente la de su mayor creación: el ser humano.
Nuestra propósito de vida no es la estabilidad económica, laboral, familiar... sino la presencia del reino de Dios en nuestras vidas.
Abrazamos el sufrimiento y la oposición como parte de la vida cristiana.
Humildemente renunciamos a nuestros intereses y comodidades cuando estos vayan en contra de los intereses de Dios y de nuestro prójimo/a.
Somos honestos, transparentes y vulnerables en un entorno de confianza que rechaza el juicio y la crítica.
(OPCIONALES)
Grupos pequeños que mantienen un entorno cercano y familiar (máximo 15 personas)
Reuniones simples, naturales y con espacio para la oración y adoración según los dones de cada uno/a.
No existe el "modo espectador".
Nos unimos a otras actividades, iniciativas o reuniones dominicales si así lo deseamos.
Somos flexibles y adaptables en cuanto a las reuniones y actividades, en cuanto a nuevas propuestas y en cuanto a estas prácticas opcionales.
El liderazgo ejerce una autoridad "de incógnito": media solo cuando se necesita, decide en lo que no hay consenso, toma la iniciativa si nadie más la toma y se muestra como uno/a más.
Si ya estás viviendo las prioridades no negociables del Reino de Dios, si ya has encontrado comunidad y misión tomadas de la mano en tu iglesia o grupo particular, no necesitas un grupo inuit. Pero si anhelas encontrar un grupo en el que vivir comunidad y misión juntas a un nivel mayor de profundidad y no lo encuentras en el contexto en el que estás, ¿hace falta decir algo más?